En julio de 2015 caía una cámara réflex en mis manos. Bueno, lo más correcto sería decir que “secuestraba” la cámara de manos de mi novio jeje
El caso es que, sin afición previa ni a la pintura ni a la fotografía, de repente descubrí una forma de ver el mundo y de interactuar con él.
Unos meses más tarde me compraba mi primera cámara: una Nikon D3200. Y lo que presento a continuación es el resumen de dos años de fotos con ella.
Espero que podáis disfrutarlo tanto como yo lo hice entonces.
Guada Caulín